MIERCOLES 17 (persiguiendo)

El clima estaba raro; llovía y no llovía. Cuando despejo hacía mucho calor, parecía un infierno, y me decían que era la resolana -cuando el agua de lluvia se evapora con el sol-. No aguantamos más, dejamos todo y nos lanzamos hacía el río nuevamente. Pasamos una linda tarde nadando.

El chorro era una poza natural en el cauce del río que está cerca del chorrito que al parecer fue de las primeras fuentes de agua potable por cañerías del pueblo. La prefectura de Santa Cruz hizo un trabajo para volver el lugar más turístico, ampliaron el tamaño de la poza, la rodearon con cemento y pusieron un puente, entre otras cosas, quedo muy lindo. Yo lo prefería cuando era totalmente natural.


Llegó la noche calurosa con promesa de lluvia.  Elio y yo dimos por el pueblo; nos sentamos en la plaza, caminos por la calle principal adoquinada, riendo y haciendo bromas. Necesitábamos refrescarnos, pasamos por una pequeña venta y una gaseosa de pueblo era la mejor opción -en honor a Javier que le gustan esas exóticas gaseosas "quien sabrá de que están hechas"-.
Caminando de vuelta  vi una Luna que no vi antes -nunca-, parecía un platanito flaquito, muy flaquito.  Esta imagen merecía ser fotografiada. Corrimos a casa por la cámara y el trípode, creó que nos tardamos mucho, cuando volvimos ya no estaba, se había movido. Decidí entonces perseguir la Luna por  2 o más kilómetros -ya llegabamos a la carretera, al “Corredor Bioceánico”- pero no pude tomarle la fotografía porque se nublo y además Elio insistía en que era peligroso continuar caminando. A mi no me parecío aunque estábamos en una densa oscuridad. 
 Curi-curiíi, burua-burua, wrappppp, miieauúu-miieauúu, dicen que las ranas croan pero yo las oí maullar, chirriar y hacer sonidos que tal vez no han sido clasificados por la ciencia, volviendo a casa maullamos, chirriamos y croamos, volvimos como ranas.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...